Una gran cantidad de alimentos, en especial frutas y verduras, son descartados diariamente solo por “razones cosméticas”. Hablamos de alimentos igual de nutritivos y deliciosos que sus compañeros guapos, la única diferencia es su aspecto. En la mayoría de los casos su destino es la basura. El desperdicio alimentario preocupa a los gobiernos y despierta conciencias entre consumidores y profesionales que ante esta realidad responden con nuevos modelos de comercialización para estos productos.
Imperfect Produce (Imperfect) es una empresa que encuentra hogares a los productos “feos”. Se proveen directamente de los agricultores y entregan también directamente en la puerta del consumidor a un precio un 30% inferior a la media de las tiendas fruta y verdura de su país (Estados Unidos). El modelo que siguen es el de suscripción a cajas de producto, las cuales son además de asequibles muy prácticas, sanas, deliciosas y personalizables. Hablan de comer ”feo” como una manera de recompensar al agricultor por todo su trabajo y su resultado, por la cosecha completa evitando el derroche de tierra, combustibles y agua que se da por el desperdicio alimentario. Imperfect quiere hacer más asequible la comida sana planteando un alegato en contra de un mundo obsesionado por la perfección. Ponen en la mesa que nuestras diferencias nos hacen bellos. La empresa comenzó cuando Ben Simon, CEO de la empresa, era estudiante de la Universidad de Maryland y se dio cuenta de la gran cantidad de comida que se tiraba en la cafetería. Como respuesta fundó Food Recovery Network (FRN), una ONG dedicada a prevenir el desperdicio en los campus de las universidades. Desde su fundación FRN se ha expandido a más de 180 campus en todo el país. Durante su trabajo con FRN, Ben Simon conoció al co-fundador de Imperfect, Ben Chesler, y juntos llevaron el proyecto a nivel nacional. En agosto de 2015 fundaron la empresa y en 2016 se unió Aleks Strub en el área de marketing. A partir de Imperfects y sus cajas de producto fresco, se han desarrollado otros productos como merchandising o cerveza a partir de frutas imperfectas en colaboración con pequeños productores de cerveza locales. Un ejemplo es la Imperfectly Perfect Rare Barrel hecha a base de nectarinas.
Se puede ser imperfecto por muchos motivos: por el tamaño, por la geometría, por las marcas, por el color … pero aquello que durante mucho tiempo ha sido motivo de trabajo y de corrección, ahora es lo que hace especiales a las cosas y a las personas. La tendencia global de Oda a la Imperfección está en los modelos de negocio, en el diseño de los productos, en las imágenes de las campañas de comunicación y en cada aspecto de nuestra vida hoy día; porque la realidad es imperfecta.