La extensión de marca que tanto se ha naturalizado entre los nombres potentes de enseñas conocidas, es posible porque existe una cultura compacta, definida y deseable a la que hay gente dispuesta a adherirse. A partir de esa manera de hacer, la marca ya no es el nombre de un producto sino una malla de vínculos y relaciones que proyecta un estilo de vida y una filosofía a partir de dicha cultura. Y los productos y servicios son una herramienta más para dotar de contenido a esa marca.
Hotel Chocolat es un caso en el que a partir de una materia prima, el cacao, se ha creado un sistema complejo y apetecible de productos y entornos alrededor de la marca. Se definen como “agricultores británicos de cacao”, y en ese descriptivo se incluye realmente el alma del proyecto: están en la tierra, orgullosos de ser británicos (y por tanto apelar a marca territorio), y centrados en solo una materia prima. Productos como la cerveza de cacao (más precisamente de la cáscara del cacao), la ginebra de cacao o el licor de vodka salado con caramelo y cacao son innovaciones que permiten a la marca generar un universo más complejo dentro de la categoría de chocolates o confitería. La lógica entre la gama, la coherencia en el diseño de su imagen y su packaging fortalecen los pilares de Hotel Chocolat para poder avanzar en la búsqueda de un espacio dedicado al cacao que no tiene por qué quedarse en los bombones. Una imagen de marca equilibrada entre lo sobrio de la tipografía de palo seco usado en “Hotel” y lo liquida de la utilizada en la palabra “Chocolat”. Directa, elegante, en general siempre en los negros, marrones y blancos, sin fotografías y con pocas ilustraciones. La firma británica es conocida por ser la única empresa chocolatera de Reino Unido que cultiva cacao en sus propias plantaciones. Nace del trabajo de Angus Thirlwell y Peter Harris bajo la premisa recuperar la emoción del chocolate. Hotel Chocolat no es solo marca de producto sino que también cuenta con tiendas, restaurantes y un hotel en el Caribe. En sus restaurantes se sirven platos únicos de la India Occidental y la cocina británica moderna, todo girando alrededor del producto estrella de la empresa: el cacao tostado. Además, su hotel estrella (solo para mayores de 18 años) se encuentra al lado de sus plantaciones de cacao en la isla de Santa Lucía, en el Caribe. Allí es posible entre otras disfrutar de la Tree-to-Bar Experience, que consiste en elaborar tu propio chocolate desde la plantación a la tableta.
Alineado con el universo Sofisticador, la marca, sus productos, servicios y experiencias están ideados para responder a una necesidad continua de ser sorprendido, de descubrir lo inesperado. Son todos intensos, sibaritas, originales y emocionantes. Tienen un carácter indulgente sofisticado que no empaña su elegancia, no pierde las formas, y eso gusta a este universo.