Lo irracional e inesperado despierta atención y provoca una reacción en el que mira o experimenta que suele acabar en una sonrisa cuando se comprende el juego. En productos básicos, las pizcas de creatividad añadidas y la valentía para separarse de la mayoría suponen una vía para la diferenciación valorada especialmente por aquellos que militan en la originalidad y la construcción de una imagen de sí mismos diferenciada.
La empresa portuguesa Riscos Biscoitos, en su sección de conservas OQOPO se atrevió a poner en el mercado una nueva línea de conservas de pescado que permitiese recorrer toda la geografía costera del país con las diferentes recetas de sus productos y una serie de personajes asociados a ellos. La línea de enlatado usa imágenes fuertemente asociadas a Portugal. El estudio de diseño NósNaLinha y su diseñadora Carla Nazareth desarrollaron un personaje para cada una de las zonas a evocar: Porto, Coimbra, Lisboa, Algarve, Minho y Alentejo. La caracterización de cada uno de ellos tiene que ver con dichas regiones y del mismo modo la receta o producto que representan. La imagen es surrealista, pues se trata de pescados-persona, y tiene un tono entre tradicional y fantástico muy onírico. Esa criatura de ensueño es la que cuenta el producto y aporta personalidad a la marca. Los tonos azules se mantienen en lo marítimo y suman a la hora de pensar en esa visión casi increíble de lo que te muestran tus ojos pero no tiene ningún sentido con la realidad.
Los Sofisticadores son un universo amante de los giros, lo inesperado, lo artístico. Les gusta en cierto modo lo complicado, todo lo contrario a un producto directo y simple. Por eso productos y packaging que jueguen de esta forma con el producto y la imagen atraerán su atención y su cartera.