Tras la legalización del consumo de marihuana en numerosos estados de Estados Unidos, como es el caso de California, han proliferado los proyectos agroalimentarios en en los que se cuenta con esta sustancia como materia prima. Después de una primera etapa en la que se extendió el uso de la marihuana en postres y dulces en general, algunas empresas han ido un paso más allá, llevándolo a bebidas tradicionales como el café o el vino.
La compañía californiana Mary Jane Wines, con un juego de palabras ingenioso, lanzó zumo de uva, café y vino de mesa en cuyos ingredientes se encuentra la marihuana. Mary Jane Wines dice ofrecer así una experiencia única y terapéutica a la que se le añaden los efectos clásicos de sus ingredientes base. Sus productores aseguran que el vino ayuda con el tratamiento del cáncer y el glaucoma. Con un packaging estéticamente potente en los cafés y más clásico en el vino, esta empresa ha situado sus exclusivas botellas en un rango de precio que va desde los 120 y los 400 dólares. Debido a la controversia qu esta sustancia genera, Mary Jane Wines ofrece un apartado de FAQ sobre la composición de sus productos y su legalidad. Centrándonos en el diseño de sus vinos encontramos una botella clásica, elegante y opaca en la que el verde es un color principal. La etiqueta ilustra las hojas de marihuana, las vides y las uvas de una forma naturalista, recordando a los libros botánicos, el material del papel usado cuenta con textura y un color también natural. El look es discreto y en cierto modo clásico compensando lo atrevido de la propuesta.
El usuario del universo Experimentals encuentra en este tipo de productos una doble atracción: la novedad y el reto. Se trata de una declaración de intenciones a través de una pequeña transgresión a través del consumo. No duda en probar el efecto de productos extremos y su curiosidad es un plus a la hora de buscar opciones que propongan experiencias especiales.