Queso sabe a beso

Queso sabe a beso

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El rediseño de productos tradicionales puede llegar a ser muy profundo, hasta llegar a evolucionar en su ingrediente base. Ha pasado con los helados, las leches, las salchichas y por descontado con los quesos. La evolución en la alimentación, con los consecuentes cambios, y al mismo tiempo el deseo de no renunciar a ciertos productos, ha hecho que muchos alimentos se redefinan en su esencia para que aquellos que han cambiado sus hábitos alimenticios puedan seguir tomándolos.

 

Jay & Joy es la primera quesería en París de queso vegano. Mary Jähnke y su equipo producen quesos veganos y ecológicos a partir de anacardos, almendras y semillas de girasol desde 2015, y están siendo un éxito. Su producción alcanza los 1.000 quesos por semana y cuenta con puntos de venta en todo el país. Al queso han añadido yogures (los llaman Joyourts), patés (Joie Gras), tartas (Jeesecake) y helados estacionalmente, entre otros, todos sin lactosa y veganos. Su espacio de venta original es sencillo y desenfadado, y el packaging de sus productos conserva el espíritu divertido y juguetón de la marca. Usa la imagen identificadora con su tipografía e ilustración vegetal, que parece estar dibujada a mano, variando colores según la gama e introduciendo nombres como Joséphine, Joy Prairie, José, José Spiruline, Jeta Herbes, Jack Pimenté, etc. Con sentido del humor relativiza la osadía de producir quesos y otros lácteos en el mismo Francia a partir de ingredientes 100% vegetales. Añade a sus productos para hacer gama superalimentos como la espirulina y combina con mucha creatividad todos los ingredientes tipo de la cocina vegana. En ocasiones es difícil ver la oportunidad de romper los límites de sectores tradicionales, pero también es en el sitio en el que se abren nuevos caminos de crecimiento y de evolución.

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El universo Updater confluye aquí con el Ecolover y Beautecnologist en una combinación de revisión de la tradición con un espíritu de conciencia medioambiental y la motivación de cuidarse eliminando de su dieta ingredientes que por convicción o necesidades de salud pueden no ser óptimos para ciertas personas. La actualización de productos tradicionales y la capacidad de hacerlos evolucionar será una de las claves para la supervivencia de muchos productos agroalimentarios en los próximos años.


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