En el mundo de las bebidas tradicionales mexicanas, el tequila es sin duda la más extendida fuera de sus fronteras. Sin embargo, este país es también exportador de otras bebidas de alta graduación, como es el mezcal. Siendo hermano del tequila, la bebida tiene una fuerte tradición en el país, existiendo así una variedad de mezcales en función del origen de la materia prima que se utiliza, el agave.
Esto es bien conocido por la empresa Marcanegra, la cual pone el foco de su marca en los productores. Marcanegra apuesta por mantener la tradición y el arte de los maestros mezcaleros, por eso ofrece diferentes mezcales en función del origen del agave utilizado. En su botella encontramos un etiquetado único, que cambia en función del maestro mezcalero, pues se añade su nombre y el origen del agave en la botella. Veremos también la huella negra de una mano en su packaging, que representa la necesidad de “dejar tu marca”, tal y como ellos ven su bebida. Que también podrían ser las curtidas manos de los mezcaleros al coger la botella. Una forma de firmar profunda que se convierte en una declaración de intenciones. Son importantes aquellos que hacen el mezcal, su tierra, su nombre y sus plantaciones. Tiene que ver con la búsqueda de respeto y dignificación del trabajo de los mezcaleros mexicanos. Esta compañía se describe además como “un puente a la mística y tradición mexicanas”, utilizando sólo embotellamiento a mano y un destilado artesanal, dando como resultado un producto 100% mezcal y de una gradación de 45º o superior.
Las bebidas extremas son propias del consumidor Experimental, que busca nuevas sensaciones en sus compras, una alternativa a lo conservador y conocido. No tiene miedo a las novedades o a lo desconocido, por lo que este mezcal, unido a su packaging potente estéticamente, será objetivo de los Experimentales que busquen una bebida alcohólica diferente.