El lema es llevar la contraria, ir contracorriente o que lo parezca. Este perfil evita las pautas establecidas, busca la experiencia vital a través del consumo: lo desconocido, el viaje más salvaje, las aventura.
Se define por su marcado carácter transgresor y su gusto por lo extremo. Y en ocasiones por su afán de no gustar y provocar o crear tensión. Muy a menudo en contacto con corrientes del arte reivindicativo y los estilos musicales más insolentes, como podría ser el Trap. Los caracteriza el eclecticismo y la adopción de objetos que pueden venir de diferentes estilos, pero que al pasar por su filtro se incorporan a su entorno de una forma muy personal y siempre desafiante. Para ellos no hay un solo camino, la exploración es una forma de provocación y disidencia. Lo que se persigue es encontrar alternativas más acordes a los nuevos estilos de vida. Aunque a veces de forma extrema, y en ocasiones identificados con movimientos contraculturales, sus ideas y sus ensayos van a permitir cambios de paradigma que de otro modo no serían posibles. Se han atribuido el papel de romper esquemas, de abrir puertas a través de su filosofía de vida y consumo.
En la alimentación “todo vale”. Les motiva probar. Para ellos son muy importantes las texturas, los sabores y los colores intensos. Mientras que en otros segmentos ciertos sabores son arriesgados, en este caso los sabores ácidos, fuertes, especiados y picantes se buscan y disfrutan. La comida se usa en ocasiones como droga legal y de ahí que existan productos planteados como energéticos, afrodisíacos etc. Lo insano es una muestra de decisión consciente sobre el consumo. Se reapropian e interpretan los productos, cambiando en muchas ocasiones el significado y la reputación de los mismos. Productos como recetas exóticas precocinadas de lugares recónditos del mundo, salsas extremas, bebidas fuertes tradicionales de otros países, casquería, partes del animal no valoradas convencionalmente, etc. son ejemplos de producto para el Experimental.
En el hábitat el leitmotiv es la provocación y la disidencia. Les gusta mostrar su irreverencia en el hogar. Por su carácter, son precursores de nuevas formas de habitar. En espíritu, su acción reivindicativa a través del consumo puede ser igual de destructora que constructora. Les gusta la personalización y la reutilización, en ocasiones para desgastar y transformar los objetos y los espacios. Adoptan estéticas punks, grunge, industriales, steampunk o trash. En los espacios destinados a este universo, ya sean para el hogar, comerciales o de ocio, se pueden tener en cuenta las siguientes claves: el antiesteticismo, en conexión con la tendencia global de Oda a la Imperfección; la búsqueda de tensión en los espacios; la agresividad manifiesta en los acabados. La relación con los movimientos artísticos de espíritu reivindicativo. Y las referencias musicales, a las tribus urbanas y a naturalezas extremas en algunos casos.
En la moda: “todo vale”. Su motivación es experimentar. Para ellos el tacto, la mezcla y el maltrato al material es propio de una ropa atractiva. Demuestran su activismo adscribiéndose a códigos prestados de tribus urbanas o estéticas guerreras. Algunas líneas de desarrollo para su estilo son: la clave industrial, traducida en uniformes de fábrica, monos de trabajo, colores de blue collar worker; la clave militar, con mensajes de protesta como actitud, moda para llevar la contraria, vestirse para estar fuerte ante la batalla diaria; la clave punk: el movimiento irreverente por antonomasia; la clave grunge: recordando a los 90 y a Courtney Love, Nirvana o Pearl Jam, adolescentes descontentos, naturaleza bruta y la ropa del chico del pueblo; o la clave sado: rock & roll, cuero, transparencias, tachuelas y latex.
En el ocio se trata de experimentar, viajar y provocar. Querrán probar cosas nuevas y sitios nuevos: comida de otros países, sabores intensos, bebidas fuertes. Igualmente, viajar y vivir experiencias de vida, y en ello tienen cabida los destinos menos esperados: Birmania, Patagonia, Siberia… También los viajes de supervivencia. El turismo industrial va con ellos, así como las fórmulas de alojamiento más peculiares. Son populares para los Experimentals los festivales y la música, los círculos underground y grupos alternativos. Los verás en festivales rock de verano o de música electrónica.
En retail funcionan los espacios alternativos, incluso que guarden cierto secretismo o privacidad. Con puestas en escena con cierta teatralidad, y en ocasiones exceso. Que facilite obtener objetos o servicios diferenciales, también extravagantes.
La comunicación se abre a formatos menos tradicionales. Hablamos de colaboraciones en conciertos y con personajes de la música y el cine. Mensajes que transmitan la experiencia extrema que pueden alcanzar. Una comunicación evocadora de estilos de vida de referencia, misteriosa, donde se permite el exceso, lo feo y la incomodidad.