Salir de los cánones estéticos de la categoría de producto en gran consumo parece ser algo complicado pero cada vez es más necesario para no volver loco al consumidor con infinidad de referencias todas demasiado parecidas tanto en esencia como en aspecto.
La diseñadora Ana Espuig Perello ha desarrollado un proyecto para yogurt con el objetivo de dirigirse al segmento masculino específicamente. HIM es la denominación de la marca desarrollada por Espuig, que también ha estado al cargo de este proceso de naming. El uso del negro y el sabor fresa eran requisitos de partida y la diseñadora planteó el sabor plátano para la mejor visualización de la gama. El resultado es sofisticado y disruptivo para su categoría. Las formas de los envases replantean el producto y lo acercan a categorías como el helado, donde los argumentos de placer y hedonismo tienen más protagonismo. De esta manera toma prestados esos atributos, que por medio del packaging y el diseño, enriquecen la marca y su propuesta. El reto de abrir el mercado del hombre en la categoría de lácteos es valiente y podría ser un camino de diferenciación y crecimiento para las empresas del sector.
El universo Experimental se identifica especialmente con productos y propuestas que se salen de la norma. Una imagen potente, masculina y en cierto modo oscura atraerá la atención de este grupo que tanto disfruta con la reapropiación e interpretación de los productos, cambiando en muchas ocasiones el significado e incluso la reputación de los mismos para bien.