En la carrera por el descubrimiento y redescubrimiento de sabores, ingredientes y nuevas bebidas, ha reaparecido el hongo kombucha y su bebida fermentada de propiedades probióticas a la que se han aficionado infinidad de personas ávidas por añadir algo más saludable y trendy a sus rutinas diarias.
El kombucha, como tantas otras novedades actuales, no es un invento reciente, se trata de algo que ya la dinastía Han tomaba en China como un elixir de la vida. Se trata de una bebida conseguida mediante fermentación de té, agua y azúcar, gracias al hongo de la kombucha. La bebida toma acidez y algo de aguja, posteriormente se le suelen añadir zumos u otros ingredientes que le aportan sabor y se consigue un refresco de burbuja natural muy parecido a la sidra pero con propiedades saludables muy reseñables. La empresa neoyorkina Kombrewcha, ha ido un paso más allá desplazando esta bebida, muy posicionada en el segmento de superfoods y bebidas saludables, hacia un segmento diferente aportándole una nueva dimensión. Ellos han diseñado una bebida de Kombucha “dura”, de más graduación, por eso la llaman Kombrewcha Hard remitiendo con su nombre a la elaboración de la cerveza “brew” y posicionando su producto como una alternativa más suave a la cerveza (la bebida de kombucha tiene una ligera graduación alcohólica) o bien como un posible ingrediente saludable para combinados y cócteles más fuertes. El diseño de sus botellas combina la forma de una botella típica de cerveza con la gráfica en etiqueta de una bebida saludable. Su diseño es limpio y usa tres recursos para construir la gama de sabores que ofrece: las curvas blanco/color, el tipo de color según el sabor de la bebida, y la tipografía. Su propuesta como marca es la de ofrecer a la gente una opción para beber socialmente sin tener que comprometer el sabor, la experiencia o un estilo de vida equilibrado. Introducen una nueva cara del kombucha como bebida adulta que encaja con una forma de vida sana, activa y social. La apuesta por ingredientes simples, de alta calidad y ecológicos de forma que seas capaz de “pronunciarlos todos”, es su manera de plantear una opción interesante a la cerveza, el vino o la sidra. Bajo en azúcares y en calorías y sin gluten. Pensada para la hora feliz en un bar entre semana o para una copa junto a la piscina con amigos.
La reconexión con el origen es un motor poderoso para la innovación. Buscar en el pasado, allí donde una vez hubo un ingrediente, una receta, una técnica o una costumbre que un tiempo fue valiosa y valorada para traerla al presente. Con el consumo de estos productos y servicios se accede a una parte de nuestra memoria que reconoce el beneficio de retomar algo que nos acerca nuestras raíces, a la tierra y a nuestro lado primitivo ayudándonos con los ritmos de vida y las exigencias contemporáneas.