Algo que ha caracterizado a la generación del reinicio ha sido su gusto por culturas orientales como la coreana o la japonesa. En la cocina popular japonesa existe un ingrediente, el fideo udón, y una forma de comer que toma un formato como es el bol o donburi y combina una base de hidratos (arroz o fideos) y los combina con diferentes ingredientes encima o en sopa: tempura, carne cocinada, sashimi … Algo que permite combinar una receta básica en el formato del bol con algo más saciante como los fideos o el arroz.
UDON es una empresa española que ha construido su negocio en base a este ingrediente, el fideo grueso de trigo, y a otros tipos diferentes de fideos, diseñando un menú en base a combinaciones de estos y de acompañamientos varios. La carta, de marcada influencia japonesa, se ha ido enriqueciendo con propuestas cercanas a otros países asiáticos y platos de izakaya o taberna japonesa reinventados para acercarse al gusto nacional.
El interior de sus establecimientos es limpio y casi frío, dominan blanco, negro y rojo. No hay lugar para el excesiva comodidad, no es un restaurante, es algo parecido a un lugar de ramen japonés donde la gente entra come y sale. Los bancos y las mesas comunes y corridas entregan este mensaje. Se trata de una nueva forma de comida rápida donde lo sano juega un papel. Carne roja con origen del norte de Europa de un proveedor especializado en vacuno de alta calidad. La ternera proviene de Dinamarca y es criada y alimentada de forma natural. El pollo, de corral, alimentado a base de cereales. El salmón de las aguas frías de Noruega. Y la fruta y verdura se corta a diario en el restaurante y proviene de proveedores de proximidad, en un proceso de incorporación de más producto ecológico progresivamente en su carta.
UDON es un caso interesante de negocio de restauración rápida que abre una vía diferente a la imperante y trabaja apropiándose de la imagen y la cocina de un país de referencia como Japón sin olvidar adaptarse a lo local. Es la cultura gastronómica pero también la del anime, la del dorama y el manga, que incluso ha llegado a otros sectores como el de la comida preparada o el de la moda de lujo. La cultura popular está ahí para que la cojamos y construyamos cultura de marca a partir de ella.