Comunicar con la imagen y con pocas palabras es difícil, pero esencial para tener un impacto positivo y eficaz en nuestra audiencia. La credibilidad, la empatía y la relevancia de la marca dependen de la buena formalización del mensaje de una forma original y no invasiva.
Aunque se trata de una campaña publicitaria ficticia como estudiante, Roey Lindenboim fue capaz de realizar una campaña impactante y de gran sencillez. Cuando su idea de campaña se introdujo en “Ads of the World” tuvo una enorme repercusión en las redes sociales. En este prototipo de campaña, basándose en la marca McDonald’s, propone que a nombres de ciudades icónicas se le arrebate algo tan simple como una letra, la eme, conectando a esa ciudad con la marca McDonald’s con ese sencillo gesto. Con el mensaje “No es lo mismo sin la M” y usando para esa eme la característica eme amarilla de McDonald’s genera una conexión directa entre la marca y la ciudad. Además, otro punto brillante y destacable de esta campaña es la presentación en aeropuertos internacionales. Tan icónicos son los nombres de ciertas ciudades como el nombre McDonald’s. De una forma muy elegante sugiere que los sitios no son iguales sin esa eme, y por tanto no son iguales tampoco sin McDonald’s, esos espacios donde en ocasiones el viajero frecuente se refugia para encontrar un terreno conocido y seguro. Además, cuando se les ha eliminado la eme de la palabra, pero en el texto secundario aparece esa M tan característica de la marca, llama la atención del viajero al activar su “instinto de completitud”. Este instinto induce inconscientemente a detenernos y observar por qué se le ha quitado, invitando a solventar esa falta buscando las piezas para completar cual tetris.
La comunicación está avanzando hacia formas de hablar más abiertas e interconectadas. Las tendencias en comunicación se dirigen a trabajar desde la creación de contenido, a presentar mensajes relevantes, a la identificación con ideas, causas, formas de vida etc. y trabajar en estas líneas es necesario para que el mensaje sea creíble y la marca conecte con sus públicos. La ideas sencillas y contundentes que trabajan con lo esencial, como es este caso con el verde, el amarillo y las tipografías, y un guiño al entorno en el que se colocan, despiertan simpatía y generan una chispa inteligente que se agradece entre tanto ruido publicitario.