Las marcas que realizan comunicación contemporánea comprenden que el objetivo de la misma es ir construyendo una cultura acorde con su identidad, a la que público afín quiera adherirse. Por eso si tu reivindicación es el disfrute de las experiencias a partir de los pequeños detalles, el tiempo y la simplicidad, aliarte con un artista para que indague en las formas tradicionales de hacer es un movimiento perfecto.
Cervezas Alhambra, ha promovido un proyecto de artesanía moderna para acabar de completar su edición limitada y ha creado una pieza de barro para conservar frescas las bebidas, una fresquera. Hasta que el frigorífico llegó hasta nuestras vidas la manera de conservar alimentos y bebidas frías era guardarlas en recipientes de barro. Uno de los sistemas más ancestrales es colocar un recipiente dentro de otro rellenando el espacio intermedio con agua, manteniendo fría cualquier cosa que pongamos en el interior. Volver a la tecnología antigua, a las cosas sencillas y útiles, disfrutar de los pequeños detalles y placeres y del tiempo es lo que propone Cervezas Alhambra. En especial para la Edición Especial Reserva 1925 de Alhambra, y de ahí lo de acompañarla con la fresquera artesanal. El artista Martín Azúa, conocido por sus trabajos en barro y fibras vegetales, ha diseñado una pieza original de artesanía contemporánea pensada para llenarse de agua y enfriar la botella, que además cuenta con un formato extra grande de 75 cl. La botella y la fresquera son una prueba del compromiso de la marca por hacer las cosas con calma, prestándoles atención.
Las fórmulas de comunicación se han sofisticado mucho en los últimos años. La cultura y el arte son recursos muy útiles para dotar de sentido a la marca y establecer vínculos. El comisariado cultural por parte de las marcas permite absorber ideas e iconografías culturales que las marcas pueden reflejar, proyectándolas otra vez en la cultura como “extensiones” de las mismas.