La presencia de producto ecológico hace tiempo que dejó de ser algo relegado a un pequeño grupo de personas con intereses y gustos muy específicos sobre una vida más natural, menos artificial y más respetuosa con la tierra, para pasar a ser algo cotidiano y buscado por motivos muy diversos.
UMU es una tienda de productos orgánicos que hace las veces de frutería y cafetería en el popular barrio de Bondi, en Sídney, cuna del cuidado del cuerpo y de la nutrición, justo al lado de la playa. Al entrar da la sensación de estar en el salón de una casa de campo. Con estanterías de madera cubiertas de recipientes con cereales, tés, frutos secos ecológicos y una gran mesa de madera en el centro coronada por una lámpara vintage. Las frutas, colocadas justo en frente, invitan a cogerlas y llevarlas a la mesa para comerlas allí mismo. UMU, antes llamada Earth Food Store, es la tienda ecológica más antigua de Sídney. La decoración, muy austera, compuesta por algunos objetos de artesanía y máscaras tribales, es sobria sin resultar fría. Cemento, madera y poco metal. Colores grisáceos, blanco y negro junto a madera oscura y natural en algunas de las piezas de mobiliario para equilibrar lo casero y el almacén. La empresa opera desde 1992, cuando un grupo de amigos transformaron lo que había sido una tienda de zapatos en la la primera tienda ecológica de la ciudad, en 2000 se mudarían a su actual tienda y en 2016 los socios renovarían la tienda con la ayuda de Kelvin Ho, diseñador de Akin Creative, para seguir dando un paso en la larga historia de amor por lo ecológico y manteniendo un modelo relevante y adecuado a la evolución de su público.
El universo Ecolover encuentra en su consumo una dimensión importante que tiene que ver con qué efecto tiene ese producto en su entorno. Es consciente de que en la medida que afecta de ese modo también le afecta a él, y por eso escoge aquello que sea lo mejor para su salud y para la de su medio ambiente. Quiere un producto que no incluya nada que no sea necesario y que cumpla su función de forma natural, donde la tecnología tenga solo el papel imprescindible para garantizar la higiene y seguridad en el producto, pero no actúe por motivos de mayor rendimiento si eso afecta negativamente a la naturaleza del mismo o a su entorno.