Simplificar es difícil y comunicar de forma limpia y agradable es todo un reto para marcas que con larga historia y tradición tienen mucho que decir. Sin embargo, es cuando se consigue dar con una sola idea, la más significativa, cuando lo que se dice tiene el mayor efecto.
Rufino es una empresa familiar que comenzó su andadura con un horno obrador y un negocio de panadería en el año 1949, y a lo largo de estas décadas ha conseguido convertirse en una de las confiterías con el producto más delicado del país. A sus dulces, se han añadido mermeladas, conservas vegetales y otros productos relacionados. Esta extensión de marca obligaba a la empresa a diseñar una línea de packaging coherente y escalable. El estudio Buenaventura ha sido el encargado de desvelar una puerta, la del horno, que sería el origen del negocio, y que ha sido traída a todos estos productos. El trabajo de diseño se enmarca en un movimiento hacia la simplicidad y el mensaje directo, donde la identidad tipográfica con una buena elección de los tipos y un sistema sencillo de aplicación de la imagen a los distintos productos, se plantea como sistema de la marca Rufino 1949. La ventana, presente en todos los productos, muestra el contenido y mantiene una seña de identidad que está en lo más profundo del ADN de la marca. La selección de los colores aporta peculiaridad y diferenciación dentro de la gama. El trabajo de revisar una marca tradicional y plantear soluciones de diseño contemporáneas optando por la simplicidad es valiente y abre las posibilidades del producto para llegar a público que exige una buena presentación y no se conforma solo con la reputación de la empresa o con el contenido. La confianza que un cliente actual exige de la marca está en todas las dimensiones del producto, eso se traslada al packaging, a la forma en que comunica y la vía de ponerlo en el mercado. El proyecto ha sido reconocido por publicaciones como las revistas internacionales de diseño gráfico Counter-print, Novum; o la revista de estilo de vida Monocle en su especial de navidad.
El universo Updater siente atracción por los productos que evocan al pasado, tienen un interés renovado por la tradición y buscan marcas con historia que han sabido actualizarse sin perder su esencia. Actúan con la intención de recuperar la identidad y disfrutar de ella, volver a lo local y acceder a lo verdaderamente exclusivo que es aquello en lo que han intervenido las manos y la herencia de las personas para producirlo. La propuesta de las mermeladas y conservas de Rufino 1949 trabajan en esa línea, conectando con estos buscadores de autenticidad.