Loa museos tienen la capacidad de convertirse en la nueva atracción de una ciudad, y eso es lo que ha ocurrido con el Eight Tenths de Shanghai, uno de los lugares que no perderse. Los objetos tradicionales están en tal peligro de extinción que empiezan a convertirse en algo exótico que poder ver en un museo.
Eight Tenths es un museo y jardín dedicado a las artes y la artesanía que se abre a nuevos usos como cafetería, biblioteca, oficinas, alojamiento, restaurante, sala de ajedrez etc. Un micro centro cultural para la ciudad. Está especializado en la cerámica lacada y la exposición ocupa un espacio central en el edificio. El estudio de arquitectura Wutopia Lab ha convertido un antiguo centro de ventas en un lugar que pretende revelar el espíritu de Shanghai, basado en la vida, y en una riqueza no solo agradable sino también moderada. Su nombre “Bafen” significa ocho décimos, una expresión que pretende recordar la importancia de vivir moderadamente bien, pero no demasiado. Por esta razón, se ha seguido una regla de contención, pero sin caer en el minimalismo obsesivo. En el jardín exterior se representa la complejidad, en el interior del edificio, se muestra simplicidad. El museo de arte es contenido y poderoso, la sala de estudio y el restaurante cálido y suave. Las oficinas del tercer piso casi toscas, y el bed & breakfast en el cuarto piso gira hacia una moderada elegancia que inspira espiritualidad. Cada alojamiento tiene un patio tradicional al aire libre que es un lujo en sí mismo. En la parte superior del techo, se rinde homenaje a los antiguos jardines literarios como huertos de verduras. Las placas de aluminio perforadas exteriores adoptan forma de abanico plegable para crear un velo en la fachada. El jardín ocho décimos no es un jardín privado, está abierto a los residentes de los alrededores, se pretende así reconstruir un espacio en un vecindario complejo activando un lugar comunitario para llenarlo de vida y promover que interior del museo/complejo cultural y el exterior intercambien gente, energías y experiencias. El jardín cubre un área de menos de cuatrocientos metros cuadrados, sólo el ochenta por ciento de toda el área, de ahí haber escogido el nombre chino “Bafen” (ocho décimos). El cliente del proyecto, gerente de una fábrica de esmaltado de Shanghái, había coleccionado una gran cantidad de piezas de valor, su hijo, tras regresar de Milán, fundó una marca de cerámica esmaltada de diseño y se instaló en el jardín ocho décimos. De esta forma renace la técnica antigua y la tradición artesana de la familia y se comparte con la ciudad.
El universo updater, aunque abrace el modo de vida actual y se mueva bien en la sociedad líquida que le ha tocado vivir, siempre encuentra un modo de tocar el pasado y aprovechar la inteligencia antigua imbuida en la tradición para disfrutar del lujo sencillo de los productos artesanos, los espacios pertenecientes a arquitecturas vernáculas reconstruidas, y las costumbres recuperadas. La falta de personalidad derivada de la globalización cada vez pide más autenticidad, y la tradición es una forma potente de conseguirla. Para mejorar el atractivo de las ciudades, de los negocios y los productos, recurrir a argumentos de tradición contemporánea diferenciadores facilita la conexión de la marca con su territorio y su público. Aporta credibilidad y sentido y se plantea como una buena opción para recuperar productos o servicios basados en la tradición.