Estos meses se ha hablado mucho del “déficit natural” en los hogares. Es cuando se pasa mucho tiempo en un lugar cuando se es más consciente de la importancia de los espacios para la salud y el equilibrio emocional, mental y físico de las personas, especialmente en momentos difíciles como el que ha tocado vivir. Esto que ya se comentaba en los espacios de trabajo ha dado el salto a los hogares, donde se han tenido que improvisar oficinas caseras, espacios de juego, gimnasios… en lugares a los que en muchas ocasiones sólo se acudía para dormir.
La regadera Orb de la empresa danesa de productos para el hábitat Ferm Living, fundada por la diseñadora danesa Trine Andersen, es uno de los objetos que van a abrirse espacio en los hogares derivado del incremento de plantas de interior de aquel movimiento que hace años surgía como “jungla urbana” y que ahora se consolida como un escape hacia el campo y un traer a casa parte de la naturaleza que anhelamos. Por eso, los objetos de jardín que en muchas ocasiones no eran más que herramientas con una función y poca carga estética se rediseñan para convertirse en elementos funcionales pero también decorativos adaptados al interior. Son objetos que no distorsionan dentro de la composición de muebles y accesorios de un hogar. La regadera Orb se caracteriza por su asa redonda y su cuerpo esférico. Su boca larga y delgada permite regar las plantas directamente en las raíces sin provocar derrames ni ensuciar el suelo de casa. Está fabricada de metal con un recubrimiento pulverizado y pensada para el interior de los espacios. Cuando no se usa, Orb añade un toque de belleza escultural allá donde se coloca. La idea de este objeto, como el de muchos otros diseñados desde ese mismo punto de vista, es del de hacerte sentir cómodo en casa como dice la fundadora de Ferm Living.
El universo Nuevo Minimalista busca objetos que lo hagan feliz, que tengan un significado y una razón de ser en sus vidas. Más allá de una versión simple del minimalismo visto como la reducción de los objetos o el desapego a lo material, este Nuevo Minimalista le concede a ello la importancia que merece y de ahí que valore objetos que están bien diseñados, que son duraderos y que no incluyen funcionalidades superfluas. Se trata de despertar un vínculo de emoción sincera con el usuario del objeto, sin trucos, directamente y sin filtros, con productos como la regadera Orb que son tan simples y tan ricos a la vez.