Olvida la puerta

Olvida la puerta

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Es en los objetos cotidianos donde solemos olvidar la eficacia y la eficiencia de los diseños que se realizaron un día para formar parte de nuestra vida. La cafetera moka, la aceitera antigoteo de Rafael Marquina, el boli bic de Lazlo and Gyorgy Biro, la batidora Kitchen Aid Mixer de Herbert Johnson … Y también es en esos objetos donde existe una resistencia especial al cambio tanto por parte del usuario como de las empresas. Sin embargo, es cuando se rompe la inercia en ellos cuando ocurren las grandes transformaciones.

 

El diseñador Yuriy Dmitriev presentó en la competición del Electrolux Design Lab el prototipo del frigorífico Bio-Robot. Un frigorífico en el que se pueden introducir alimentos en una puerta recubierta de gel que enfría. Esto supone que el 99 % de la capacidad del frigorífico se puede usar para almacén y que su colocación no depende de la apertura de una puerta, pues no existe. Podría colocarse de forma vertical, horizontal, o incluso en el techo. Su gel frío se adapta a la forma del alimento que guardamos en él. Esta idea es un concepto desarrollado por el diseñador en un ejercicio de soñar el futuro de los electrodomésticos. Su propuesta significa transformar una caja de frío que usa casi la misma energía esté lleno o vacío, y funciona por aire frío, por un receptáculo con un líquido bio que encapsula el objeto para proporcionarle la temperatura deseada. La sustancia mantendría su textura, simplemente tendrías que meter la mano para guardar o para sacar el alimento, volviendo a su forma inicial tras estas operaciones.

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En 2050, el 75% de la población mundial vivirá en entornos urbanos. La migración a las ciudades y el crecimiento natural de la población exigirá un uso más eficiente del espacio. La transformación de nuestros objetos cotidianos del hogar permitirá optimizar el espacio doméstico del futuro. Los productos han de tener un fuerte componente simbólico y estético, pues además de ser funcionales tienden a convertirse en una extensión o prótesis de la persona. Por eso, podremos ver cada vez más objetos cotidianos diseñados para replantear su forma de uso y al mismo tiempo ser más visibles en casa, integrándose funcionalmente en el ámbito de lo decorativo.


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