Los avances tecnológicos cobran especial sentido cuando resuelven grandes problemas, pero también cuando facilitan la vida cotidiana a las personas. Eso significa, entre otros, reducir la carga de trabajo innecesaria en las tareas del hogar, mejorar la calidad de vida de la gente, servir a personas a las que no llegaba un producto o un servicio, etc.
El vehículo autónomo de Nuro se ha probado y está funcionando desde ese punto de vista: servir a su comunidad. Eso significa que ahora es posible llevar la fruta y verdura a las casas, medicinas, comida caliente, la colada limpia y otro tipo de bienes a áreas de la ciudad a las que los servicios de delivery quizá no llegan a día de hoy. Así se ahorra ese viaje al encargado de hacerlo, de forma que pueda emplear su tiempo en cosas y en gente que de verdad sean importantes para él. En ciudades medianas con barrios con zonas comerciales y servicios parece no tener mucho sentido esta solución, pero si pensamos en las grandes zonas suburbanas de países como Estados Unidos, o en barrios periféricos de muchas grandes ciudades del mundo, el sistema es perfecto para ahorrar tiempo y combustible. Los vehículos autónomos de Nuro están diseñados optimizando su forma y su peso, con una protección para peatones en la parte frontal, propulsión eléctrica, son especialmente cautos a la hora de reaccionar en situaciones de conducción peligrosas y circulan a una velocidad muy medida, que puede llegar hasta los 56 km/h. Estos vehículos operan exclusivamente en carretera, al igual que otros coches o camiones, no están pensados para aceras o para carril bici. El modelo R2 tiene permisos, está registrado y asegurado para operar en varios estados. De hecho ha sido el primer vehículo autónomo en recibir una autorización para su uso desde la autoridad competente estadounidense: National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA). Nuro ha sido la primera empresa en recibir el permiso comercial del Estado de California y, tras un año de pruebas, ha firmado acuerdos con empresas como Walmart, CVS, Domino’s, Chipotle o FedEx. Durante la pandemia, la compañía puso sus vehículos robotizados a disposición del servicio de hospitales para enviar medicamentos y comida a pacientes contagiados de COVID-19. Al ser vehículos pequeños no molestan en la vía pública, son más eficientes y más seguros ante accidentes. El modelo R2 cuenta con cámaras térmicas 360º así como sensores lidar (permite determinar la distancia desde un emisor láser a un objeto o superficie utilizando un haz láser) y un radar para ir construyendo una representación completa del camino. Desde Nuro también preparan sus propios mapas en HD. En su momento, hablamos en este observatorio del vehículo doméstico de Piaggio de uso personal “Gita”, otra solución robótica a los problemas del transporte de peso o productos. En este caso la propuesta no es para uso personal sino corporativa, un nuevo servicio que transforma el delivery y aporta valor al transporte de la mercancía.
El trato personal y las imágenes a las que estamos acostumbrados en las ciudades de trasiego y gente entregando paquetes en casas y empresas va a cambiar dramáticamente en los próximos años. Tiene que ver con la tendencia global de Neofuturismo, la cual se está instaurando con naturalidad dados los beneficios asociados a muchos de estos adelantos tecnológicos. Universos como el Millcentennial además lo ven como algo divertido y experiencial, poder recibir de una máquina su pizza o su compra tiene un componente de aventura que va con ellos. Conforme sigan las pruebas y los desarrollos por parte de las empresas de movilidad empezaremos a convivir con estos nuevos vehículos en nuestras calles.