En una cultura hacker como la de nuestros días faltaba por aplicar ese concepto al cuerpo humano. La alimentación influye en la salud física y en el rendimiento cognitivo. El biohacking consiste en gestionar la propia biología usando una serie de técnicas médicas, nutricionales y electrónicas con el objetivo de incrementar las capacidades físicas y mentales de la persona. Compuesto por las palabras “biología” y “hacking” es una práctica que tiene como propósito el uso personal y casero de la ciencia, acercando los laboratorios de investigación biológica a los hogares y los espacios de experimentación de la gente de a pie.
Este movimiento tiene que ver con la estética Biopunk así como con el movimiento Transhumanista y el Techno-progresismo, que que tiene como objetivo final transformar la condición humana mediante el desarrollo y fabricación de tecnología ampliamente disponibles, que mejoren las capacidades humanas, tanto a nivel físico como psicológico o intelectual. Silicon Valley, meca de la innovación y las tendencias, tiene mucho que ver con este movimiento. La obsesión por rendir más y mejor está llevando sus investigaciones a la salud y a la alimentación, de forma que muchos de los habitantes de ese mundo están probando el biohacking para mejorar su rendimiento. Relacionado con la neuronutrición, el sistema suele consistir en ayunos intermitentes, con una ingesta en general inferior a 500 calorías diarias dos días a la semana y comiendo normalmente el resto. El efecto es el aumento de energía y mejora del humor, cuando no se come el cerebro recibe mayor caudal sanguíneo pues no tiene que dedicarse a la digestión. El éxito parece residir en la producción de cuerpos cetónicos, sustancias químicas que solo se producen en situaciones muy excepcionales, y que el cerebro usa cuando no le llega suficiente glucosa para producir energía. Estos compuestos promovidos por el ayuno estimulan unas proteínas que favorecen el crecimiento y las conexiones neuronales. El equilibrio de estas técnicas se encuentra en cómo realizar los ayunos sin caer en trastornos alimenticios.
Otro ejemplo de biohacking es la implantación de dispositivos que pueden leer datos biomédicos y transmitirlos a través de bluetooth. Estos dispositivos acumulan datos médicos, mostrar a través de la piel mensajes, advertencias o textos desde un smartphone.
La tendencia global del Futurismo camina hacia la mayor integración de la tecnología en el cuerpo humano. El hackeo del cuerpo a través de la mayor manipulación de la alimentación o con la incorporación de implantes funcionales está por vivir su época. Universos de consumo como los Beautechnologists serán de los primeros en querer probarlo.