Los medicamentos, suplementos, … son productos relativamente cotidianos de un sector donde el diseño puede sacar más partido como ya hace un sector paralelo, el de la cosmética, uno de los sectores más activos y vanguardistas en lo que respecta al diseño. El sector farmacéutico tiene en el diseño una herramienta para sumar valor añadido y diferenciación. Este hueco creativo de gran potencialidad puede hacer cambiar los medicamentos tal y como los conocemos en la actualidad, generando un cambio de paradigma para el sector en los próximos años. No solo con nuevos packagings más atractivos, claros e informativos, sino también generando nuevas formas presentaciones y fórmulas de consumo de estos compuestos.
Las empresas cada vez son más conscientes de la necesidad de diferenciarse, y el diseño es una de las claves que puede ayudar a ésto. Esta disciplina transversal e indispensable, se está incorporando gradualmente a sectores inadvertidos donde introduce su forma de pensamiento, generando modelos de producto coherentes con la cultura que la marca quiere proponer a su público y generando reconocimiento para la misma. Hemos observado que numerosas start-ups ya deciden apoyarse en equipos de diseñadores y consultores de marca como tarea fundamental para que trabajen desde el inicio los relatos, la imagen, etc. de las compañías. Si miramos otros sectores, como es la parafarmacia y la herboristería o salud natural, sectores con los que la farmacia se roza y en ocasiones convive, existen marcas que han incorporado el diseño con seriedad. Algunas de ellas son Terpenic, Weleda o Hifas da Terra. El caso que traemos hoy nos enseña que, aunque sea un trabajo final de carrera, es posible realizar un diseño de packaging de gran sencillez, pero muy diferenciador para la industria farmacéutica. La diseñadora Janny Ji, por una parte, ha puesto encima de la mesa la necesidad que tiene el sector de incluir el diseño en el proceso de definición de sus productos, los medicamentos, y por otra parte, proponer que los envases de medicamentos, que son parte de nuestro día a día, sean fáciles de identificar y de comprender. Es preciso destacar que los medicamentos son productos que usan todo tipo de personas, que no tienen porqué tener conocimientos sanitarios, por lo que es conveniente que la información que se transmita gráfica y textualmente en el packaging sea clara, y la que contenga el prospecto u otros soportes complementarios, sea comprensible para todos los públicos. Si nos fijamos en detalle del diseño propuesto por Ji, observamos que incluye un sistema gráfico conceptual para la línea de medicamentos destinados a dolencias leves como pueden ser la diarrea, la migraña y los gases intestinales basado en la identificación del órgano afectado y la representación del dolor. Se trata de un packaging limpio y alegre, con colores cálidos y de aspecto muy fresco, alejado del clásico packaging aséptico sin carácter. La tipografía y el tamaño de letra para el prospecto ayuda a entender de buena manera la amalgama de contenido que éstos suelen contener. Las ilustraciones se complementan según la posición que se le dé al envase, siguiendo así el patrón de ilustración y creando un efecto visual muy dinámico. Según comenta Ji, “si usamos referencias literales y viscerales de la sintomatología y las enfermedades, podemos generar diseños que ofrezcan visualizaciones claras, simples e intuitivas de las prescripciones de tales medicamentos”. Con la paleta de colores, Ji presenta en el packaging el órgano afectado y el tipo de dolencia para la que sirve. Como podemos apreciar en las imágenes, con el color magenta representa los órganos y superponiendo el color anaranjado nos presenta el tipo de dolencia para el que está pensado dicho medicamento. Mediante la introducción de ilustraciones, la economización de textos y el uso de unas tipografías de palo seco muy simples y funcionales, la diseñadora Ji ha conseguido refrescar la gráfica farmacéutica y destapar un potencial mercado para el mundo del diseño.
El universo Beautechnologist, precursor del cuidado de su salud y su belleza, está muy abierto a las novedades que favorezcan el cuidado corporal, mental y espiritual. Salud, belleza y cuidado son sus principales motivos de consumo. Diseños como el que propone la diseñadora Janny Ji responden certeramente a las necesidades y preocupaciones que tiene dicho universo. El trabajo sobre la marca y el diseño es una inversión que consigue ventajas competitivas a corto plazo, los resultados son apreciables en pocos meses, duraderos en el tiempo y añaden valor al esfuerzo tecnológico y de desarrollo de los medicamentos. El incremento de la esperanza de vida y de la conciencia sobre la salud sugieren que las expectativas de las personas sobre este tipo de productos se amplificarán más allá del efecto: facilidad de uso, conservación, imagen, ergonomía, etc. En esta tarea, marca, diseño e innovación pueden desvelar una oportunidad para el sector que está por aprovechar.