Cuando un hotel te ofrece algo más que una estancia, se agradece. Se acabó el concepto de hotel como herramienta, ahora es el momento de los hoteles como experiencia.
En el caso del Hotel Fabric, situado en el distrito 11 de París, nos ofrece la posibilidad de dormir en una antigua fábrica textil, actualmente reformada y rediseñada por el arquitecto Vincent Bastie y los diseñadores Agnès Louboutin y Patrice Henry. Este hotel, situado en el antiguo barrio obrero de Oberkampf, mantiene el estilo industrial y los materiales clásicos de la revolución industrial que vivió dicho barrio años atrás. Ladrillos y cemento que se unen a muebles de segunda mano que adquieren en mercadillos cercanos o tiendas artesanas. El hotel, que reúne 4 estrellas, cuenta con 33 habitaciones con iluminación LED y una decoración donde la estética industrial y el ambiente bucólico se unen para formar un espacio único. Las instalaciones incluyen también spa, gimnasio, desayuno buffet, bar… El mobiliario combina acabados poco depurados, que recuerdan a un taller, como las estanterías de algunas habitaciones y las lámparas del restaurante, con piezas que recuerdan a un taller de costura como los aparadores con pequeños cajones. El textil que viste las habitaciones contrasta con el tono industrial gracias a colores saturados y vivos que aportan luz. La variedad de tejidos y la consciente falta de uniformidad en su uso para personalizar cada habitación, tienen que ver con el pasado de este edificio como fábrica textil.
Rodeado de talleres artesanos, tiendas y bares, el hotel Fabric se mueve en un entorno clásicamente moderno, artesanal… Un ambiente que el usuario del universo Updater agradece y valora debido a su interés renovado por las tradiciones propias y ajenas. Si juegan con la nostalgia, el Updater entra en juego y busca lo auténtico. En un barrio como Oberkampf, este usuario se siente como en casa rodeado de mercadillos, artesanía y tradición, sin olvidar el ambiente nocturno y la diversión.