Descanso en el templo

Terahaku, combinación de la palabras tera o templo y haku o alojamiento, es una red de alojamientos japonesa que permite buscar y reservar alojamientos en templos y santuarios de todo el país. Un modo de alojamiento basado en la experiencia que permite que este tipo de alojamiento, que existe desde hace años, sea más accesible para los no iniciados. No sólo está pensado para alojarse sino también para disfrutar de la tradición japonesa, la cultura local, los jardines, cursos de meditación, caligrafía etc. Se ponen a disposición las distintas facetas del entrenamiento en los templos y por tanto de sus artes. Este proyecto pretende contribuir a la economía regional y ayudar a revitalizar templos y regiones deprimidas o despobladas. Se espera que el hecho de que los templos acepten invitados tenga un efecto dominó en el área cercana, y aprovechar de forma efectiva y rentable espacios sin uso de los templos, mejorando su mantenimiento y su economía. Esto fue posible gracias a una ley de negocios de alojamiento de vivienda (nueva ley de residencia privada). Después de los juegos olímpicos, y con la demanda interna también aumentando se busca ofrecer un producto diferenciado, muy singular, para viajeros con interés en la vida en los templos. La fórmula auténtica de Terahaku es un nuevo modo de acceder a vivencias realmente genuinas en entornos muy particulares. Además, los viajes a zonas rurales están aumentando. Gracias al cambio de legislación, muchos templos en el Japón rural pueden ahora ofrecer alojamiento esperando aumentar el número de fieles que se trasladan a estas zonas para buscar una experiencia especial que sólo pueda tenerse en ese lugar. Templos con la categoría de Tesoro Nacional como el Mii-dera están dentro de esta red.

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Los viajeros con inquietudes por formar parte de la tradición de los lugares que visitan, viajando de un modo responsable con la comunidad,están en ascenso. El turista Updater en busca de autenticidad y de experiencia local optará por fórmulas que le permitan descubrir la esencia de su destino y sentir la cultura autóctona.