Durante un viaje, las decisiones relativas al hotel en el que hospedarse pueden hacer que dicha experiencia mejore o que se convierta en un mal recuerdo. Descansar bien es el pilar fundamental para aprovechar un viaje, y si encima es económico, mejor que mejor.
En la cadena de hoteles QBic tienen muy claro que el hotel es parte fundamental de la estancia turística. Por ello, ofrecen al huésped habitaciones a buen precio, localización conveniente y un diseño cuidado y moderno. La familia de hoteles QBic está formada por Qbic London y QBic Amsterdam. El hotel de Londres está situado en el barrio de Whitechapel, mientras que su homólogo en Ámsterdam se encuentra al lado del World Trade Center. El diseño de estos hoteles se centra en colores vivos, arte moderno y, en general, reina una disparidad de materiales y estilos que crean finalmente su sello propio. Sus promesas giran entorno a cinco puntos: wifi rápida y gratis, ducha de lluvia, gran servicio, la mejor cama y limpieza obsesiva. QBic reivindica la reforma del hotel para alejarlo de lo convencional y cimentarlo en lo original. Sus habitaciones se componen de un módulo cúbico que contiene la cama y el baño, ese módulo se replica personalizado en cada una de las estancias. Los materiales son limpios, la decoración sencilla pero colorista. Ciertos complementos, como algún osito de peluche, hacen un guiño al descanso. El packaging de los productos de baño es informal y recuerda hacer un uso responsable del agua.
El universo Survivor encuentra motivación en un uso responsable de los recursos. QBic estudia lo que ofrece por lo que pide a cambio y establece un equilibrio interesante por el que puede merecer la pena pagar. Se describen como “curiosos, imaginativos, amables, y pensamos que hay muchas personas, que como nosotros, buscan un hotel con carácter en el centro de la ciudad.” Dejan claro por qué pagas y se comprometen a cumplir con su estándares que son sencillos pero importantes para sus huéspedes.
